La mayoría de los garajes tienen
columnas de hormigón pero, ¿qué pasa si en mi garaje hay columnas metálicas?
Las columnas metálicas, como las tipo IP, pueden resultar un obstáculo de alto
riesgo para la carrocería de los coches. Suelen ser incluso más esquivas y
traicioneras que las columnas de hormigón ya que es habitual que sean bastante
estrechas y, para más inri, acostumbran a estar pintadas monocromáticamente en
colores fácilmente confundibles con el suelo y las paredes. A todo esto hay que
sumar la posibilidad de que los cantos sean incisivos y cortantes, es entonces
cuando un garaje con columnas metálicas se convierte en un campo de batalla
donde, al menor descuido, una afilada cuchilla puede dejar una profunda marca
en la chapa de nuestro coche.
Foto cedida por Proyect6 |
Mis recomendaciones a la hora de
proteger estas zonas de riesgo:
- Elegir una protección que tenga un color vistoso que señalice y favorezca la anticipación, especialmente para maniobras marcha atrás.
- Los cantos afilados deben de ser protegidos con materiales resistentes a la abrasión y al roce. Totalmente desaconsejable el uso de caucho. Hay que buscar un producto de PVC o de algún elastómero de calidad.
- Cuando se trata de columnas ubicadas en zonas de giro, tener especial atención a la calidad del producto de protección. Un material inadecuado puede degradarse y reventar al recibir el primer impacto.
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