En este garaje público existen columnas que dificultan
seriamente el aparcamiento. Estos puntos conflictivos están totalmente dañados
por culpa de los roces continuos de coches. La propiedad ha colocado carteles para
alertar a los usuarios, acción que está muy bien pero considero que, sin la
instalación de protectores en las zonas de riesgo, no supone una solución
completa. Aunque ya se sabe... el que avisa no es traidor.
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