En muchas ocasiones, tanto en garajes públicos como en parkings
de hoteles, empresas privadas e instituciones, existen cabinas de control desde
donde se prestan servicios a los conductores sin que estos tengan que salir del
coche. Las paredes de estas cabinas pueden suponer un riesgo de roce lateral con
la carrocería y en especial con el retrovisor. El uso de una protección
acolchada adecuada en estas zonas aumenta la seguridad, facilita las maniobras
a los usuarios y proporciona valor añadido a las instalaciones.
Foto cedida por Proyect6 |
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