Cada vez que protegemos garajes
con techos bajos me entra cierta sensación de claustrofobia al entrar y
maniobrar entre las plazas. Por suerte es una sensación que rápidamente se
disipa. Lo que es imposible disipar, porque está muy presente, es el riesgo a
impactar contra estructuras en techos y vigas de paso. Proteger estas zonas con
materiales acolchados evita los daños por golpes tanto de vehículos como de
personas.
Vital saber acolchar las esquinas por si alguna vez tenemos la mala suerte de tocar, así evitaremos momentos no desados... Un saludo y enhorabuena por el blog Diego
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